Pasan
los años y te das cuenta que lo único que no vuelve es el tiempo, esas
caras jovenes, esas personas que se quedaron atrás, en un simple
recuerdo, que recordarás nada más mirar esas fotos, esa inmortalización
de ese momento tan perfecto, que te gustaría repetir una y otra vez.
Por un instante la cabeza retrocede años atrás, recuerdas lo que
tuviste, lo que se fue, lo feliz que llegaste a ser, recuerdas a quien
tenías al lado constanemente y aquellas personas que se fueron por algún
motivo, o sin el.
Recuerdas la minización de las preocupaciones de
las cosas, y ahora lo complicado que es todo, te das cuenta que contra
más años pasan más piedras vas cargando a tu espalda, y echas de menos
ser esa ligera pluma, que solo con un roce eras feliz, que la única
preocupación que podías tener era jugar y que no te tocara pagar al
escondite.
Ser felices con poco nos hacía mejores personas,
porque lo poco siempre era de lo mejor, ahora a medida pasa el tiempo
parece que necesitamos más y que cada vez todo se vuelve insuficiente
que no acabamos de estar medio llenos. Siempre habrá algo que lo reste.
Sumando pasos, restando pisadas. Multiplicando momentos, y dividiendo
gente, Ya que gente hay muchas, personas pocas. ¿Cuántas de esas
personas que estaban contigo en las fotos de jovenes permanecen aun a tu
lado? ahí esta la respuesta a todo.
